VAMPIROS

Si hay en el mundo una historia acreditada, es la de los VAMPIROS. No les hace falta nada: testimonios orales, certificados de personas notables, de cirujanos, de curas, de magistrados. La evidencia juridica es de las mas completas. Con todo, ¿quien cree en los vampiros? ¿seremos todos condenados por no haber creído en ellos?

J.J Rousseau

12.24.2008

Elizabeth Bathory


Elizabeth Bathory, tambien conocida como “La Condesa Sangrienta”, nacida en el año de 1560, en una de las mejores familias de Transilvania, era una mujer muy inteligente, incluso hablaba tres idiomas, a los trece años quedó embarazada de uno de sus sirvientes. El muchacho fue castrado y arrojado a los perros, y Elizabeth enviada a otro remoto castillo familiar para que pariera. Se hizo desaparecer al bebé.
A los 15 años de edad se casó con Ferenc, que èl en ese entonces contaba 26 años de edad a quien fue prometida desde los 11 años y a pesar de sus nupcias conservo su apellido.
Se fueron a vivir al castillo de Csejthe, en compañía de su suegra Úrsula, a quien odiaba por el dominio que creia tener sobre ella.
Mientras Ferencz estaba en alguna de sus campañas de batalla Elizabeth Bathory empezó a visitar a su tía lesbiana, Karla Bathory, en donde se le permitía participar en la orgías de la mujer. Fue entonces cuando Elizabeth Bathory se dio cuenta de sus verdaderas ambiciones, infligir dolor en jóvenes damiselas, mas no únicamente se dedicó a los placeres carnales, también desarrolló un gran interés en la magia negra. Thorko un sirviente en su castillo, la instruyó en las artes de la brujería y a la vez la alentaba en sus tendencias sádicas. "Thorko me ha enseñado una nueva", escribió Elizabeth a Ferencz "Atrapa una gallina negra y golpéala con una rama blanca hasta que muera. Guarda la sangre y embárrala en tu enemigo. Si no tienes posibilidad de embarrársela en el cuerpo al menos obtén alguna de sus ropas y embárrala en ella".

†Su iniciación en el Vampirismo

Cuando la Condesa se vio envuelta románticamente con algún extraño de ropas negras, de tez pálida, ojos oscuros y dientes anormalmente afilados, los pobladores de la villa, que creían en los Vampiros, tuvieron mas razones para temer del castillo de Csejthe. Debido quizá a la imaginación, se dice que aquel extraño era el mismo Drácula que había regresado de la tumba. Un día la Condesa regresó sola de un paseo al cual había salido con aquel extraño y algunas personas afirmaban que le habían visto en las comisuras de su boca señales de sangre. Cuando el Conde Nadasdy regresó, rápidamente perdonó la infidelidad de su esposa.
Una vez instalada firmemente en su castillo, Elizabeth Bathory experimentó nuevas depravaciones con la ayuda de Thorko, Ilona Joo (la nana de Elizabeth), las brujas Dorottya Szentes y Darvulia y el brujo mayor Johannes Ujvary, con su ayuda de Elizabeth Bathory capturaba jóvenes mujeres voluptuosas en su castillo y las llevaba a un cuarto subterráneo, que en realidad era una cámara de tortura, y las sometía a las peores crueldades de las que era capaz. Bajo el pretexto de castigar a sus sirvientas por realizar mal tareas triviales, Elizabeth Bathory usaba hierros de marcado, cera derretida y cuchillos para sangrar a las jóvenes. En una ocasión cubrió las vestiduras de una joven con miel y la dejó a la merced de furiosos insectos del bosque. Pronto la Condesa empezó a atacar a sus víctimas con sus dientes, mordiéndolas en el cuello, mejillas y hombros. La sangre se convirtió en una obsesión cada vez más grande para Elizabeth Bathory y continuó con sus torturas usando ahora navajas, antorchas y sus propios utensilios de tortura hechos en plata. Elizabeth Bathory fue una mujer de belleza excepcional, su largo y oscuro cabello contrastaba con la blancura de su piel, sus ojos ámbar tenían la mirada de un gato y su figura era voluptuosa. Era excesivamente vanidosa y su narcisismo la llevó cada vez más a las profundidades de la perversión.

† Joven de Nuevo

Conforme el tiempo pasaba y la belleza de Elizabeth Bathory decrecía, trató de hacer menos visible su envejecimiento con maquillaje y ropa cara, pero esto no cubriría las arrugas que seguían apareciendo en su cara. Un día, mientras una de sus sirvientas la peinaba jaló el cabello de Elizabeth o insinuó que algo estaba mal con el peinado de su majestad. Llena de furia la Condesa abofeteó a la muchacha tan fuerte que empezó a sangrar por la nariz, algo de sangre salpicó a Elizabeth en la cara. Donde la sangre había tocado su cara la Condesa observó, en un espejo, que había sucedido algo similar a un milagro, para sus ojos, la piel que había sido tocada con la sangre había perdido las líneas que la edad había puesto en ella.
Elizabeth se convencería de que ella podía recuperar su juventud perdida gracias al vampirismo. Darvulia instruyó a la crédula Elizabeth en como podría ser joven de nuevo. La Condesa creyó en el antiguo credo de tomando la sangre de alguien mas, esto resultaría en la asimilación de las cualidades físicas y espirituales de esa persona. Siguiendo las instrucciones de la bruja, Elizabeth torturaría a jóvenes mujeres vírgenes que raptaba, las flagelaba, las cortaba con navajas y recolectaba la sangre en grandes baldes, para después tomar un baño en la sangre de la virgen. Cuando salía de su baño parecía que se había vuelto de nuevo su joven y radiante.
Los ayudantes de Elizabeth la procuraban con mas y mas vírgenes de la villa cercana con el pretexto de contratarlas como sirvientas al servicio de la Condesa. Cuando fueron encontrados los cuerpos de las jóvenes desangradas a las afueras del castillo se empezaron a correr rumores de que había vampiros habitando el castillo. La Condesa Elizabeth Bathory continuó sus prácticas aún después de la muerte de su esposo en 1604 (El Conde Nadasdy aparentemente murió de envenenamiento, aun que su muerte fue atribuida también a la brujería).
Cuando Darvulia murió otra bruja llamada Erzsi Majorova le dijo que las vírgenes deberían ser de cuna noble. Pero aun que Elizabeth torturó a jóvenes nobles y acompañaba sus baños sangrientos con rituales de brujería Elizabeth nunca recuperó su juventud perdida. Por más de una década los rituales de vampirismo, mutilación y desangramiento fueron perpetrados en más de 650 doncellas. Los rumores decían que Elizabeth tenía toda una corte de vampiros que atacaban a las doncellas de la villa.

†El juicio de Elizabeth

El Reverendo Andras Berthoni, un Pastor Luterano de Csejthe conoció la verdad cuando Elizabeth le ordenó enterrar secretamente los cuerpos desangrados. El Reverendo escribió sus sospechas acerca de Elizabeth en una nota antes de que él muriera. La Condesa se volvió tan notoria que tampoco sus crímenes pasarían desapercibidos por mucho tiempo. Usando la nota del reverendo Berthoni el con Conde Thurzo, primo de Elizabeth, fue al castillo de Csejthe, en la noche de año nuevo de 1610, el Conde Thurzo, el Reverendo Janos Ponikenusz, quien sustituyó al Reverendo Berthoni, encontraron la nota, al algunos de los sirvientes del castillo encontraron la cámara de torturas de Elizabeth, donde no solo encontraron cuerpos de doncellas mutilados de una manera indescriptible, si no también, a la misma Condesa cometiendo estos crímenes.

Por razones políticas la Condesa nunca fue llevada a juicio. Permaneció confinada en el castillo mientras sus sádicos ayudantes eran juzgados por sus crímenes, fueron acusados de cargos de vampirismo, brujería y practicar rituales paganos.

Todos los torturadores fueron decapitados, excepto por Ilona Joo y Corottya Szentes, a quienes primero les fueron arrancados los dedos antes de que fueran quemadas vivas, la Condesa fue encontrada criminalmente insana y fue emparedada en un cuarto del castillo de Csejthe donde los guardias la alimentarían por una pequeña rendija.

Los documentos del Juicio fueron escondidos en el castillo del Conde Thurzo y permanecieron ahí, aparentemente perdidos, por al menos cien años. Casi después de 4 años después de ser emparedada, el 14 de Agosto de 1614, una cadavérica Elizabeth Bathory, la Sangrienta Condesa de Transilvania, fue encontrada muerta.

12.22.2008

Lilith


Lilith estaba hecha de arcilla, igual que Adàn. Era hermosa y libre. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería tener relaciones sexuales con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella.
"¿Por qué he de recostarme debajo de tí? - preguntaba - Yo también fui hecha de la misma arcilla y, por consiguiente, soy tu igual".

Lilith no obedeció la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su marido, que tenía los mismo derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.

Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma. Invocó el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave. Abandonó volando el Paraiso con unas alas que el mismo Dios le diò.

Luego tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta éstos dias se encuentra segun la leyenda. Ella acepta a los demonios del mundo como amantes, y desova muchos miles de niños demonio, fue llamada Madre de los Demonios, —esposa de Asmodeus, el Rey de los Demonios.
Adán, mientras tanto, halló que él lamentaba la partida de Lilith. Fué con Yaveh y expuso su caso pidiendo el retorno de Lilith. Yahweh concordó que una criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y dispuso tres ángeles para recobrarla.

Éstos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof, pronto encontraron a Lilith en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes de Yahweh. Si se reusaba, le infomaron, matarían a un ciento de sus hijos demonios cada día hasta que decidiera regresar.

Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que regresar al Edén y a la sumición frente a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su amenaza, Lilith también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el dolor inflingido, mataría a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e incluso a sus madres, durante el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban en peligro de ser objeto de su ira. No solo esto, sino que también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles su sémen para dar nacimiento a más niños demonio(sucubo), que reemplazarían a esos asesinados cada día.

Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que "No es bueno que el hombre esté solo", creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre (observese el machismo de la época).

Lilith como Reina de los Vampiros

A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos, por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después.

Algunas tradiciones cuentan, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo

Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños.

Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos.

En la Biblia aparece una fugaz alusión a Lilith. En Isaías 34,14 se explica con todo detalle cómo Dios con su espada mata a todos los habitantes de Edom, lugar poblado por enemigos acérrimos de los judíos, y que allí quedan como dueños y señores los animales. Buitres, serpientes... y Lilith. "También allí Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo". Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: "Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular".

Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso dando cuerpo de serpiente mientras Satán daba cara humana y la voz que sedujo a Eva (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín.